Sobre Nosotros

Pondré mi testimonio completo más adelante.

Mi nombre es J. Alberto Solano y mi esposa se llama PJ. Tenemos de casados desde el año 1998.Jamás pensé que, al pedirle al Señor Jesús por una esposa, me bendijera con la mejor mujer que va con mi personalidad. Por ella, he aprendido a seguir al Señor como le sigo ahora. Ella fue budista toda su vida, y aun era cuando la conocí. Y ahora, ella ama al Señor Jesús con todo su corazón. Desde el primer momento que salí con ella; el Señor Jesús se manifestó haciendo milagro tras milagro. Para mí fue una bendición conocerla porque fue cuando comencé con mi jornada con el Señor Jesús sin aun conocerle. Todo fue de color de rosas. Jamás había sentido mi vida tan completa teniendo al Señor en mi matrimonio . 

Atendí un par de veces a la Iglesia Good Shephard Family Bible Church entre los años 1994-1997situada antes en la ciudad de Huntintong Park cerca de la ciudad de Los ángeles. Recuerdo que antes de salir con mi esposa, escuché la prédica del pastor Samuel Gamboa: que al pedirle algo al Señor, debemos de pedirle al Señor Jesús todo con detalle, aunque él ya sabe lo que le vamos a pedir, pero él quiere escucharlo de nuestros propios labios. Y Así lo hice. Lo pondré con más detalles más adelante.

EL Señor ha mostrado a mi esposa en sueños de los finales de los tiempos, visiones, ir al cielo etc.  También, dándole un don, cual ella puede escuchar la voz del Señor en el momento que ella le pide.  Yo escucho la voz audible del Señor y el se dirige a mí cuando es algo muy importante que debo hacer.

Trataré de poner todos mis testimonios aquí en Diosmaravilloso.com. El propósito de ponerlos es para solo hacer saber a la gente que todos podemos tener esa misma relación personal o comunión que nosotros hemos tenido con el Señor. 

Desde la primera cita cuando salimos con mi esposa en el año 1998, miré milagro tras milagro. Recuerdo haberle comentado de Dios, y ella contestándome dijo; que jamás le hablara de mi Dios, porque ella era budista, y que si le hablaba de mi Dios, preferiría que le hablara del dinero porque el dinero también era su dios.

Compramos nuestra primera casa como inversión, y al siguiente año venderla para obtener una buena ganancia. Y después de venderla, cada uno se iría por su lado.  Las mujeres son muy astutas..

En ese tiempo, el Señor venía a los sueños de mi esposa muy a menudo. Le mostró muchísimas cosas, y cuando me las contaba, me asombraba muchísimo. A pesar de que ella no quería aceptar que era el mismo Señor quien le mostraba esas cosas; el Señor no dejó de mostrale porque el Señor también tenía la intención para que yo pudiera mirar con mis propios ojos.

En ese tiempo teníamos con el Señor Jesús lo que se le llama “nuestro primer amor”. Éramos y aun somos muy felices con el Señor. Teníamos una buena relación con el Señor porque siempre le tratamos como se le trata a una persona física. Yo pensé que toda persona llamarse “cristiano” tenían esa misma relación con él; como la nuestra.

Era muy casual que, al momento de bañarme, le cantaba al Señor muy desentonado. Yo sé que no tengo ese don de cantar. Yo solo lo hacía mucho más adrede para irritar a mi esposa y ella gritara: “Papá (así me dice) no cantes, es que no sabés cantar; y tal vez los oídos del Señor vayan a estallar. Le respondí una vez; que no importara si no sabía cantar, que de todas formas le iba a seguir cantándole al Señor; y que donde quiera que fuera él, yo le seguiría cantando; y que también, el Señor nunca iba a decirme nada. En ese momento, se río con unas carcajadas y me dijo fuera de la puerta del baño: ¿qué crees!!? que Dios Padre dijo: “Tal vez mi Hijo no diga nada…  ¡Ángeles, tápense sus oídos porque ahí viene este!!!”    Me reí como nunca, y al mismo tiempo llorando porque Dios Padre se tomó el tiempo de hacerme reír.

¿Porque les cuento esto? no porque me considere o a mi esposa más especial que muchos, sino que, cuando el Señor Jesús dijo en Marcos 10:15 “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios (Jesús) como un niño, no entrará en él”.  Ella es como una niña que todo lo cree.

Muchos tienen en la mente que alguien debe hablarnos del Señor para aceptarle en nuestros corazones; y no es así. Nadie le dijo a mi esposa del Señor, sino que el Señor mismo vino a sus sueños mostrándose y llevándola al cielo. Y lo más increíble, es que todo está escrito en la Biblia; a pesar de que ella no la ha leído.

El Señor nos ha llevado al cielo varias veces, aunque no lo miré con mis propios ojos; no había necesidad, porque mi esposa me describía todo lo que acontecía; desde que salíamos de la casa, hasta el Cielo.  El Señor nos mostró muchas cosas del cielo, y lo que me sorprendía; es que todo está en la Biblia, y todo lo que dice la Biblia es VERDAD sin desviarse a izquierda o derecha, o que se contradiga. Tal vez usted o alguien más que este leyendo, pueda experimentarlo pidiendo al Señor que les muestre. 

Fuimos un dia jueves a la iglesia Good Shepherd Family Bible Church en la ciudad de Whittier en California, y ella, como era usual, iba al altar a danzar para el Señor. Esa vez, el Señor le dijo: “Danza para mí, hija” y ella fue. Después de ir a danzar, ella llegó a donde estaba sentado, y me dice: “Dice el Señor Jesús que esta noche, nos bañemos tú, Marcus y yo porque él nos va a llevar al cielo. Quedé anonadado y con mis ojos muy abiertos. Me emocioné y me decía a mi mismo: “voy a mirar el cielo con mis propios ojos” porque para nosotros ya era normal que el Señor hiciera muchos Milagros. Esa noche, después que nos bañamos, mi esposa nos dijo a Marcus y a mí que nos acostáramos ,y ya en la cama (porque así le decía el Señor), que nos agarráramos de la mano dando gracias al Señor con todo nuestro corazón. Después, comenzamos a repetir la palabra “aleluya” con todo el corazón.  Y al momento que el Espíritu Santo se entonó con nosotros; el alma de mi esposa salió. Dice ella que, al salir su alma, sintió que su propio corazón salió de ella. Dice que al salir el alma; se siente muy agotada.

Ella nos describía lo que acontecía. Ella dice que el Señor nos llevaba de la mano, y al momento de partir, miró hacia abajo y pudo mirarnos acostados en la cama, como si fuera de día. Ella pudo mirar el techado de la casa, y después, el cielo y las nubes con una velocidad tan rápida entrando al espacio. Mientras íbamos, ella describía las estrellas, y planetas hasta llegar a un lugar oscuro; y casi al instante, se pudo mirar unas puertas gigantescas, curveadas de la parte de arriba, y unos ángeles gigantescos con dimensiones incalculables. Las puertas se abrieron por si solas antes de entrar al cielo. Entramos al cielo, y ella nos describía que íbamos volando en el cielo agarrados de la mano del Señor. Nos decía que allí hay mansiones, ciudades con edificios blancos con un poco de oro salpicado en las paredes, y otros con un poco más, como con franjas de oro, pero no tan relumbrantes. La gente nos miraba pasar volando en pleno cielo levantando la mano para saludarnos. Nos decía que allí hay arboles hermosísimos, y otros con fruta como los que hay aquí en la tierra. También hay muchas flores de toda clase. El pasto es un verde tierno y todo parejo como recién cortado.  También se puede escuchar de fondo, una música suave. Yo todavía tenía mis dudas si eso era verdad, le hice preguntas al Señor, y él me las contestó en ese momento.  Mientras estábamos allí en el cielo, estábamos sentados en el pasto, pero no estábamos sobre el pasto , sino, levitando como a unos centímetros arriba del pasto. Antes de regresarnos, dice ella que el Señor puso sus manos en nuestras cabezas por un momento, y después regresamos a la casa como al instante.

Prendí la luz. Estábamos los tres todavía en la cama. Yo estaba asombrado, y a la vez, me sentí triste, y le dije a mi esposa, que yo habría querido mirar todo eso con mis propios ojos porque el Señor nos había dicho que nos iba a llevar al cielo. Ella me dijo abrazándome y besando mi frente: “no te sientas mal……” y al instante dijo: ¡papa, sí estuviste allá en el cielo porque puedo oler tu cabeza a pasto! Y también ella olio la cabeza de Marcus, y Marcus también olió mi cabeza y dijo lo mismo., También hice lo mismo con ellos; y les olí sus cabezas y también les olió a pasto verde recién cortado.  

Después de esa ocasión, fuimos varias veces.  En una de ellas presenciamos lo que dice en Apocalipsis donde dice que él está esperándonos con galardones. Mi esposa dice que miró a mi abuelita que el Señor Jesús le dio a ella una piedrecita blanca muy bonita poniéndola en la túnica de ella. Pero antes de dársela, le preguntaron: “¿Qué hiciste por mi Hijo Jesús?” y ella respondió:  “ Le dije a Yayito, (a mí me conocen mis familiares por ese apodo) de mi Señor Jesús”.

En muchas ocasiones, el Señor también le mostró en sueños los finales de los tiempos; que al ver lo que sucedía, tuvo mucho temor, hasta al grado que se orinó en la cama. Ella no me comentó nada de ese sueño. Como a los dos días después, le mostró el mismo sueño, y le dijo: “comentale a mi hijo lo que has visto”  

Si ustedes conocieran a mi esposa y le pidieran una escritura de la Biblia; Ella no sabría qué decir; sólo les daría la única escritura que se sabe; “Juan 3:16.”  Pero, si en verdad le piden una escritura; el mismo Señor le diría a ella en voz audible la escritura que necesita esa persona.  ¡El Señor es tan sorprendete! Muchos me van a criticar que porque no la impulso a leer la Biblia. Mi respuesta va a ser siempre la misma ¡¡ELLA TIENE AL SEÑOR JESÚS, QUIEN ES LA BIBLIA EN SU CORAZON!! Y eso es lo que cuenta.

 Yo soy pésimo en memorizar escrituras. Yo sé que ese no es mi don. Yo leo la Biblia para aprender del Señor, y no para memorizar. Las escrituras se quedan en mi corazón porque al leerlas; le trato de encontralo en las escrituras. Para hacerme entender mejor: es como cuando tenemos nuestra primera novia/o; que queremos cualquier excusa para poder mirala/o.

Si ustedes supieran que tan solo leer los evangelios me emociona mucho, porque le puedo ver como quien ve una película en vivo. Le puedo ver su forma de caminar, hablar a las multitudes, sus muecas y lo tan humilde que es. Tan solo en este momento se me salen las lágrimas con solo hablar de él.

 Para recordarme de las escrituras; es el Espíritu Santo quien me recuerda de todo lo que Él me ha enseñado.

Les dejo esta escritura:

Colosenses 1:27   a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,