Toda
persona quien acepta al Señor Jesús en su corazón (alma); comienza su carrera hacia
nuestra meta, cual es estar en la nueva Jerusalén.
Muchos
cristianos pueden estar toda su vida en la iglesia, pero no pasan de solo ser
cristiano “justificado”.
Hay
muchos de nosotros que, al momento de conocer un poco del Señor, queremos saber
mucho más de él. Y esto es lo que muchos no entienden la escritura de cuando
dice:
Hebreos
6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento
de obras muertas, de la fe en Dios,
de
la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno.
Es en
ese momento que esa gente entra a la etapa de santificación.
Cuando
la gente de Israel se rebeló contra Moisés; ellos quisieron que Dios les
hablara directamente. Dios le dijo a Moisés que él hablaría con ellos. Le dijo también,
que los israelitas tendrían que estar limpios, no tocar a sus mujeres por tres
días para mostrarse Dios en el monte y que ellos tendrían que estar al pie del
monte, pero sin tocarlo. Aarón y Moisés subieron al monte, pero los sacerdotes
y la gente se quedaron al pie del monte, porque se iban a morir si lo tocaban. (Éxodos
19-20)
Aquí
está un ejemplo de los justificados, santificados y glorificados. Los justificados son “la gente y los
sacerdotes”. Los santificados fue “Aarón”. Los glorificados son “Moisés”
Dice el
Señor Jesús: “Yo Soy el camino, la verdad, y la vida”. Los de camino – justificados. La verdad –
Santificados. La vida - Los glorificados.
Mateo
13 “El Sembrador” Unos dieron 30, otros 60, y otros 100 por uno. EL que tenga
oídos, que oiga. 30 - Justificados. 60 – Santificados. 100 – Glorificados.
Muchos
no entenderán este mensaje, pero al momento de entenderlos; Dios les abrirá más
su mente y se regocijarán. Los que obtengan este mensaje, van a mirar muy
claras las escrituras.